Una taza de café cargado, un cigarrillo a punto de acabar,
música mental que amenizan el rato, una luz amarillenta aparentando ser un sol...
esperando que amanezca y pasar una página mas de este libro sin fin,
no sé como marcharme, pero ahora me se marchar.
Un café, una luz, un instante. Todo se vuelve profundo y a la vez intrasendente, cuando nos despertamos en el ahora y nos sensibilizamos de nuestro existir.
ResponderEliminarSaludos cordiales.